Alimentarse es
un acto vital, y para el Feng Shui lograr una buena nutrición no solo depende
de la elección de alimentos saludables. La mesa donde nos reunimos para comer
es un punto que merece consideración. En torno a ella dialogamos, fortalecemos
lazos, compartimos momentos que deberían ser netamente positivos. La mesa en
que servimos nuestra comida refleja el valor que le damos a cuestiones como la
salud y la familia, pero también la prosperidad.
En China, se considera auspicioso servir
mesas abundantes, pues implica que hay dinero para adquirir alimentos. De ahí
que desde la tradición se haga hincapié en presentar la mesa de modo que
refleje sentido de prosperidad.
El Feng Shui aconseja observar la forma, el
diseño y los materiales de la mesa porque deben transmitir robustez y
estabilidad, para que la riqueza no se pierda. Una mesa que se tambalea o se
vefrágil da la sensación de que puede caerse arrastrando con ella los
alimentos, es entonces un sinónimo de pobreza o, al menos, de dificultades para
comer, crecer y progresar.
El uso de mantelería limpia y sin roturas,
de vajilla en buen estado, con detalles decorativos, colores, aromas y texturas
agradables ayudan a generar una energía positiva en torno a la comida. También
el modo de presentar los alimentos influye notablemente en el Qi del encuentro.
Detalles tan sencillos como servir la
mermelada en el recipiente adecuado en lugar de usar el envase comercial, o las
tostadas en una canasta con servilletas coloridas, transforman una rutina
alimenticia en una ceremonia del buen vivir.
Es importante que el Qi fluya sin
obstáculos por la mesa, para lo cual, hay que evitar el exceso de objetos y
disponer a veces de mesitas auxiliares para ir retirando residuos o platos ya
usados.
En cuanto a la forma y material del mueble,
hay que considerar:
La mesa redonda/ovalada se
aprecia como la más afortunada para el hogar porque simboliza el cielo y toda
la ayuda que procede de él. Brinda la ventaja de poder distribuir a los
comensales en función de sus orientaciones afortunadas según su número Kua, sin
esquinas agresivas que molesten. La energía circula suave y ondulada alrededor
de esta mesa que establece además jerarquías entre los comensales.
Las mesas cuadradas
son ideales para familias de cuatro miembros o menos. Esta forma está relacionada con la
tierra que aporta equilibrio al ambiente. Si es
rectangular, la mesa establece prioridades y jerarquías destacando a los
más poderosos de la familia.
Se recomienda la mesa ovalada o rectangular solamente en caso de familia
numerosa, ya que si el mueble es muy grande los comensales estarán muy
separados entre sí, y esto no beneficia la comunicación. Una familia que no se
comunica no comparte bienes, y no ayuda al desarrollo de la prosperidad
familiar.Las mesas regulables son una solución práctica aunque desde el Feng
Shui siempre es mejor una pieza entera.
En cuanto a
los materiales, el más adecuado es la madera sólida. Hay que evitar el cristal
por la fragilidad que transmite pero puede colocarse un cristal para cubrir la
superficie de la mesa.
Ya que la
forma de la mesa condiciona el flujo de circulación del Qi, es una opción
beneficiosa que las mesas cuadradas o rectangulares tengan esquinas redondeadas
así no emiten ShaQi, es decir, energía hostil
La mesa debe
estar iluminada con luz cálida que no proyecte sombras ni encandile a los
comensales. Es bueno que reciba luz natural durante el día y quede protegida de
la oscuridad de la noche.
No conviene ubicarla en medio de una
corriente acelerada de energía, por ejemplo, entre dos puertas o entre una
puerta y una ventana. Si no hay otra opción, hay que usar cortinas en las
ventanas, o un biombo que desvíe el Qicirculante para que no agreda a los
comensales.
Nunca ubiquen
la mesa debajo de un baño o de vigas que emiten energía perjudicial. Se
desaconseja que un lado quede pegado a la pared, lo ideal es que la energía del
ambiente circule envolviéndola con suavidad.
